jueves, 25 de noviembre de 2010

El Preso

EL PRESO

  
Esa noche, salí a pasear 
como cualquier 
otra noche. 
De 10 a 11 me encantaba dar 
unas vueltas a 
la manzana y 
despejar un poco mi mente 
y estirar los pies. 
Siempre 
20 minutos 
antes de subir, me sentaba en el 
banco de piedra que 
hay frente a mi portal. 
En el me sentaba hasta que daban las 11 
menos 10 o menos 5.
   A pesar de mi mala situación, era feliz. 
Tenía que afrontar pagos, 
y yo era un desempleado. 
Siempre iba demasiado 
apurado económicamente. Vivía solo, 
pero aun así, 
pasar el mes era un suplicio 
muchísimas veces.
   Lo mejor del día, y lo 
que mas ansiaba, era que 
llegasen las 11. 
Era pues, cuando 
me conectaba en mi 
pc a hablar con mi novia. 
Se llama Nariana. 
A pesar de la distancia, 
nos amábamos con locura y pasión.  
Éramos felices. 
Muy felices y ella era
 mi motivo por el cual 
amanecía cada día con
 una sonrisa, que jamás 
ninguna mala situación
 podría borrar de mi cara.
   Ella llega cansada de trabajar, aun así, 
cena, y siempre se conecta 1 hora 
para hablar conmigo. 
La verdad, es que me siento 
tremendamente afortunado de tenerla.
   Nos conocemos ara cosa de 7 u 8 
meses aproximadamente… 
Muchos se ríen de mi cuando les 
digo que mantengo una relación a distancia. 
Pero no me importa lo que digan, para nada. 
Vivir con ella es un sueño. 
Y mientras tenga vida para poder 
realizar ese sueño… 
Habrá una razón para despertar cada día.
   Le tengo preparada una sorpresa, 
llevo ahorrando poco a poco del salario de desempleo 
lo que puedo. Lo he rejuntado con las ganas de 
poder ir a verle y pasar 1 día con ella. 
Aun no le he comentado nada, pero espero 
que me diga que si.
   24 de junio de 2009, hoy, hoy le propondré ir 
a verla cuando a ella le venga bien. De los nervios, 
en mi estomago parece que revolotean 
miles de mariposas.
   Como era normal en mi, salí a dar mi 
habitual vuelta a la manzana tras cenar, 
y esperar a que diesen las 11. 
No veía el momento de que llegase la hora.
   Me senté en el banco de piedra, y cerré mis ojos, 
dejándome llevar por la imaginación… 
Y la imaginación me llevo a contemplar, 
o al menos a imaginar, como seria la 
primera cita con mi novia. 
No había nada que deseara tanto.
   Pasados 10 minutos, desperté y subí a casa. 
Encendí mi ordenador y mi Messenger. 
Entre unas cosas y otras, le hice la pregunta. 
A lo que me respondió encantadísima un SI.
Unas lágrimas de emoción resbalaron por mi rostro… 
Era la felicidad que sentía.
  Habíamos hablado quedar dentro de 4 meses. 
Algo lejos, pero para mi no iba a ser problema. 
Estaba dispuesto a esperar lo necesario.
  Esa noche, era la 1 de la madrugada y 
no lograba conciliar el sueño. 
Tal era mi alegría que no podía dormir. 
Por lo que decidí salir a dar 
una nueva vuelta a la manzana.
  Para mi sorpresa, al girar una esquina, 
tropecé con una persona que corría desesperado y 
ambos caímos al suelo. Me miro como con odio, 
como con desprecio, y a la caída de ambos un 
ruido de metal nos acompaño. 
El se levanto y corrió despavorido.
  Fue cuando vi que en el suelo había un cuchillo, 
lo cogí para estar seguro. Y me manche de sangre, 
lo tire, y alce mi mirada al frente, 
donde vi una mujer tendida en el suelo. 
Corrí para atenderla, al parecer estaba mal herida, 
la policía no tardo mas de 1 minuto 
en hacer su aparición.
Encendieron sus focos y 
con sus armas apuntándome 
junto con voces de tirese al suelo, 
me patearon, esposaron y obligaron a callar.
   Fui metido en el coche patrulla y minutos mas 
tarde conducido a los calabozos. Desde el coche, 
pude observar como esa mujer había muerto, 
al parecer había sido degollada por el tipo con 
el que tropecé en la esquina.
   La verdad es que yo estaba plenamente confuso 
por la actuación de la policía. 
Pero por otro lado, 
estaba tranquilo plenamente 
de mi inocencia. 
Sabía que todo esto iba a ser resuelto en 
unas horas posteriores.
   Al poco de llegar la ambulancia, 
me llevaron a comisaría. 
En donde se me interrogo por lo sucedido. 
No solicite abogado, 
porque no lo creí conveniente. 
Ya que era inocente. 
Conté lo sucedido 
y me pidieron identificar al asesino, 
a la persona con la que tropecé. 
Y la verdad, era incapaz, 
fue todo demasiado rápido, 
y además estaba oscuro. Apenas había luz.
  Como era normal, cuando la policía no escucha lo 
que quiere oír, se cabrean y presionan 
y te hacen sentir 
culpable aun siendo inocente. 
Me dijeron que hallaron mis 
huellas en el arma del crimen. 
Que el cuchillo estaba en 
la escena del crimen y 
que contenía mis huellas. 
Y además, yo tenía sangre.
  A lo que respondí, que eso fue al tropezar, 
cogí el cuchillo, que en su 
momento no sabia ni lo que era, 
me manche, asuste, y lo deje caer de nuevo 
y acudí en ayuda de aquella mujer.
  La policía me acusaba de asesinato. 
Tras revisar mi expediente, 
vieron que no tenia 
delitos ni nunca había creado problemas. 
Pero que habían visto, 
que estaba en el paro, 
y con muchas deudas de por medio. 
Adjuntaron en su informe que ese fue 
el motivo de mi asesinato. 
Que en un acto de desesperación 
baje a dar una vuelta, 
cuando de pronto tope con una señora, 
la cual intente robar y en vista de no poder, 
acabe degollándola.
  Afirman que 
las pruebas son suficientes como para 
incluso pedir pena de muerte. Yo ya, cabreado 
y desesperado 
solicite un abogado el cual se me negó 
por haberlo rechazado desde un principio. 
Así que estaba solo. 
Suplique que me 
permitieran hacer una sola llamada. 
Y me la solicitaron. Pero.. 
Caí en la cuenta de a quien llamar.. 
Solo tenía a mi novia… 
No sabia nada de mi 
familia desde hace mas de 6 años.. 
Y no tenia el teléfono de mi novia.. 
Jamás me atreví a pedírselo..
   Por lo que ni podía llamarle, 
ni escribirle una carta.. 
Sabía que si me condenaban a 
prisión, no iba a 
poder hacer exactamente nada 
por ponerme en contacto con ella. 
El guardia, 
vino a mi celda y me dijo que podía ir 
a llamar. 
Pero dije que no, que no tenia
 a quien llamar.
 Este guardia al parecer, 
era simpático, 
me pregunto si tenia familia o alguien a 
quien llamar.. 
A lo que respondí que no. Que solo 
a mi novia, pero no conocía su teléfono.
  El me respondió, que si había alguna 
forma de dar con ella, o con el numero que 
se la dijese haber que podía hacer. 
Pero caí en la cuenta de que solo 
conocía el nombre de mi novia. 
Sus apellidos no. 
Tampoco le pregunte durante 
nuestra relación y charlas diarias. 
Ahora me arrepiento de todo eso.. 
Así que dije que no importaba.. 
Que si tenia que acabar 
así que lo aceptaba y ya esta..
  Me tumbe en la dura y fría cama 
y me dispuse a llorar… 
Solo pensaba en ella. 
En como en unas simples horas la vida 
da un giro espectacular.
  De estar deseoso de que 
llegara el 15 de Octubre para conocernos 
a estar 
encerrado privado de 
todo y sin poder avisarle o explicarle nada.. 
Pues mi vida dejo en segundos de 
tener sentido alguno.
  Tenia claro que jamás reconocería un 
asesinato que yo jamás cometí. Pero si 
reconocía que aquí acababa todo. 
Que ella era imposible que estuviese 
esperándome 
al salir de prisión. 
Ya que cuando viese que un día y otro y 
otro y otro no me conectaría ni sabría 
nada de mi. Sospecharía algo. 
Y mas tarde entristecería. 
Y acabaría con el alma destrozada por mi 
misteriosa e inexplicable desaparición.
  Supe que en ese momento mi felicidad
 y mi vida tocaban fin. 
Yo sin mi novia no podía vivir.. 
Lo era todo para mi.
  Logre dormir, y al día siguiente 
fui despertado por un guardia, 
me esposo, 
y condujo ante el juez. 
Allí, tras 3 horas de juicio, 
se dicto sentencia.
  Y la sentencia fue: CONDENADO A MUERTE, 
por asesinato. 
En ese instante, mi corazón quedo congelado, 
mi vida dejo de tener sentido, 
y me puse en pie, pero me desplome.. 
Y al despertar estaba de nuevo en una celda.
  No había nada de luz, y no era como la de antes. 
Pero eso era lo de menos.. 
Un guardia se acerco, 
y me pidió que le firmara un traslado. 
Pregunte que a donde. 
Y me contesto que a la prisión. 
Al corredor de la muerte donde el 
día 15 de Octubre seria ejecutado. 
Mi corazón ya dejo de 
latir al principio de todo este suceso. 
Pero eso ya acabo con lo
 que me quedaba de ser.. 
Mi alma quedo echa añicos. 
No podía creer, que el día que debería 
conocer a mi novia, 
seria el día en el que abandonase mi vida. 
Tembloroso y casi sin apenas fuerzas, 
mal firme el documento.
  Al día siguiente, fui trasladado a la prisión.  
Y allí, encerrado en mi celda, 
en el corredor de la muerte, 
fui tragándome los amargos días, 
mi amarga cuenta atrás..
  Hasta que llego el día 14 de Octubre, 
se me concedió una 
última cena. Y se me pregunto 
si quería recibir mi última confesión. 
Aun siendo ateo, pedí que entrase y como 
ultimo deseo, pedí un boli 
y una libreta. Con la cual 
hoy escribo este relato… 
Con el cual. Hoy digo adiós…

-       Y al día siguiente, fue conducido a la silla. 
En presencia de numerosos testigos. 
Fue sentado en la fría silla. 
Su templanza era sorprendente. 
Su mirada vacía. Pero sin odio. 
Sin pena. Como si no tuviese alma. 
Como si su alma hubiese 
muerto en alguna ocasión…
 Se le pregunto por sus ultimas palabras. 
A las cuales el contesto.

“Solo quiero decir, que si soy culpable de algo, 
no es de un asesinato. Si culpable soy. 
Es de haber roto un corazón. 
El corazón de la persona que tanto amo, 
ame y amare por siempre.” 
“Y solo me arrepiento, 
de morir sin haber visto a mi novia ni 
haber escuchado su voz…”



 ·::El cura investigo y recogió pruebas 
y movió hilos hasta
que logro encontrarla.. 
Y una vez encontrada..::·


-Nariana, me pidió por favor que conservaras 
esta confesión tu, le prometí que te buscaría, 
para darte esto, 
y así que comprendieses el porque de todo.
  Y me dijo, que te dijera de su parte. 
Que siempre estarías en su corazón. 
Y que siempre estaría contigo. 
Que solo debías mirar la luna por las noches 
y el aparecería ante ti.

  - Verá padre.. 
En realidad.. Yo nunca le quise..
Fue todo una mentira.. 
Jamás me interese por el..
Solo le seguía el juego..
Lo siento.. 

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